El niño indócil
Por Paul Citraro
Leo Genovese es un desobediente de las penumbras. Y en el jazz, con cierta frecuencia, suelen estar presentes. Desde sus inicios a manos de maestros barriales y en tránsito de aprendizaje siestero -hora sagrada en el corazón del interior- a sus estudios superiores en Rosario (cantera cada vez más fortalecida de músicos de jazz) y otras descendencias privadas: los pianistas Ana María Cué, Leonel Lúquez y Ernesto Jodos. Al punto y lo inevitable, todo buceador de aguas profundas busca mayor intensidad: Berklee College of Music. Ese pibe con derecho propio adquirido, no ha menguado un céntimo de pasión y talento en cada una de sus composiciones. Y esa es la historia que vuelve a repetirse. Una Babel de crecimiento permanente. De estilo espasmódico e iconoclasta y virtuosismo resuelto y fluidas filigranas. Un arrebatado de musicalidad en sí mismo. Ese equivalente que lo llevó a sesionar junto al trompetista Phil Grenadier, el saxofonista Joe Lovano o ser el lugar teniente de la reconocida contrabajista y cantante Esperanza Spalding. Vinieron inexcusablemente los trabajos en solitario; “Haikus II” y el proyecto en solitario con su banda; “Leo Genovese y los Gauchos Cromáticos”. Y ahora, esta brisa editada por BlueArt. Un derviche saltarín de octavas en octavas que se regodea en la transformación de melodías modernistas e irónicas. Esa transformación plena, siempre le concede al artista una dosis de luz displicente en las oscuridades del género. Por lo visto, avanzar hacia un futuro incierto y excitante, fue y es un buen presagio de lo que viene. Tal como se suponía de ese pibe que hace unos cuántos años, cuando sudaba la gota gorda paseando partituras a primera hora de la tarde o tocando diez horas en pleno estado de trance, ese patrimonio, le ha tocado el timbre. Entiendo que si le preguntásemos a Leo, no sabría de qué se trata. Los pájaros desconocen sus facultades, desconocen la palabra libertad. Simplemente vuelan.
UNLOCKED – 1era placa editada en Argentina del pianista Leo Genovese
Por Paul Citraro
Leo Genovese es un desobediente de las penumbras. Y en el jazz, con cierta frecuencia, suelen estar presentes. Desde sus inicios a manos de maestros barriales y en tránsito de aprendizaje siestero -hora sagrada en el corazón del interior- a sus estudios superiores en Rosario (cantera cada vez más fortalecida de músicos de jazz) y otras descendencias privadas: los pianistas Ana María Cué, Leonel Lúquez y Ernesto Jodos. Al punto y lo inevitable, todo buceador de aguas profundas busca mayor intensidad: Berklee College of Music. Ese pibe con derecho propio adquirido, no ha menguado un céntimo de pasión y talento en cada una de sus composiciones. Y esa es la historia que vuelve a repetirse. Una Babel de crecimiento permanente. De estilo espasmódico e iconoclasta y virtuosismo resuelto y fluidas filigranas. Un arrebatado de musicalidad en sí mismo. Ese equivalente que lo llevó a sesionar junto al trompetista Phil Grenadier, el saxofonista Joe Lovano o ser el lugar teniente de la reconocida contrabajista y cantante Esperanza Spalding. Vinieron inexcusablemente los trabajos en solitario; “Haikus II” y el proyecto en solitario con su banda; “Leo Genovese y los Gauchos Cromáticos”. Y ahora, esta brisa editada por BlueArt. Un derviche saltarín de octavas en octavas que se regodea en la transformación de melodías modernistas e irónicas. Esa transformación plena, siempre le concede al artista una dosis de luz displicente en las oscuridades del género. Por lo visto, avanzar hacia un futuro incierto y excitante, fue y es un buen presagio de lo que viene. Tal como se suponía de ese pibe que hace unos cuántos años, cuando sudaba la gota gorda paseando partituras a primera hora de la tarde o tocando diez horas en pleno estado de trance, ese patrimonio, le ha tocado el timbre. Entiendo que si le preguntásemos a Leo, no sabría de qué se trata. Los pájaros desconocen sus facultades, desconocen la palabra libertad. Simplemente vuelan.
UNLOCKED – 1era placa editada en Argentina del pianista Leo Genovese