Jueves, 25 de febrero de 2010
El Club de Jazz de Venado Tuerto cumple 10 años
La celebración es con música
Mañana, Raúl Barboza abre un ciclo de conciertos en la ciudad venadense organizado por Paul Citraro, impulsor del Club de Jazz.
"Todo comenzó como un experimento", dijo Paul Citraro, productor y periodista.
Desde su conformación, hace ya una década, el Club de Jazz de Venado Tuerto se esforzó por enriquecer la actividad musical de esa ciudad. Pero su intención no giró sólo en torno a la generación de espectáculos de primer nivel, sino que apostó además a la formación de un público capacitado. Con esos preceptos fueron sumando acontecimientos y convocando a un listado de artistas extenso y de alto nivel. Bajo esas mismas pautas diagramaron además las actividades para este 2010 en el que celebrarán sus diez años de vida, y en el que recibirán a artistas como Raúl Barboza --responsable de abrir el ciclo de festejos con el show que mañana, a las 22, ofrecerá en el Teatro Ideal--, los estadounidenses James Wheeler y Muddy Waters Jr., Adrián Iaies y Raly Barrionuevo, entre otros.
Paul Citraro, impulsor del Club de Jazz, analizó los logros de un proyecto que se consolidó dentro de la actividad cultural venadense: "En retrospectiva uno empieza a ver de forma más tangible hasta dónde ha llegado eso que comenzó como un experimento. Porque hasta ese momento se había pensado de manera imposible, pero la intención era, por un lado, ubicar a Venado Tuerto en el mapa. Lo interesante del proyecto no es sólo el cúmulo de tiempo, de los años y la programación permanente, sino que cada uno ha podido emprender su propia experiencia. De esa manera la gente que inicialmente había comenzado en ese proyecto del Club de Jazz hoy está haciendo otras actividades ligadas al arte", profundizó.
Así comenzó a gestarse un foco cultural que le apunta al espectáculo pero, además, a la generación de distintas propuestas formativas. "Con la idea de hacer un trabajo de fondo -acotó Citraro-, un trabajo que va más allá del objetivo final, que por caso podría ser un concierto. La cuestión era realizar una instalación cultural donde se empezaba a comprometer desde otro lugar y de otro modo, a permanecer con lo que cada uno proponía. Que es un poco la mirada que queríamos darle a ese proceso inicial, donde la intención era definir qué ciudad compartir a través de un diseño cultural".
Claro que para ello es el público el que debe ocupar un rol sustancial, a partir de la participación e interrelación con el proyecto. "La idiosincrasia de la gente muchas veces no tiene nada que ver con las inquietudes de los actores culturales, de los intermediarios, que seríamos nosotros --explicó Citraro--. Por caso, en algunas propuestas nos ha ido muy bien, aunque uno siempre tenga que estar rindiendo examen, por ejemplo con el circuito de jazz, que responde a un montón de cuestiones que van más allá del gusto o la información que la gente pueda tener a mano para hacer una valoración de lo que significa un género o un artista que pertenece a esa corriente. Considero que los medios de comunicación tienen un rol importantísimo aquí. Es decir, el compromiso y la rotación en los medios de comunicación hacen que un estilo, un género o un movimiento se pueda instalar o no, hay que generar la avidez y los recursos necesarios para que el público se acerque, disfrute la propuesta. De ese modo, y en términos de continuidad, instalarlo. Eso para mí es lo importante en los procesos culturales, no sólo la ideología y el modelo que se pretende formar, sino el modo de instalación que eso significa".
A modo de festejo, el Club de Jazz de Venado Tuerto pudo darle forma a una grilla de actividades que, mensualmente, recibirá en esa ciudad a un artista de renombre. "La excusa de redondear los diez años tenía que ver con intentar programar diez conciertos de perfil internacional, o conciertos importantes a nivel nacional, algo poco usual para nuestra ciudad --adelantó el organizador--. Sabíamos que Raúl Barboza estaba por Argentina en enero y febrero, entonces ésa fue la primer convocatoria".
Además, el objetivo es que cada artista asuma un compromiso hacia la comunidad. "Es decir, ver qué más pueden ofrecer, una charla, una clínica, una capacitación. Un plus que le pueda otorgar esa búsqueda que nosotros empezamos para lograr que la instalación cultural sea más efectiva, más contundente", concluyó el productor venadense.
Link a la nota:http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/rosario/12-2010-02-25.html
jueves, 25 de febrero de 2010
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