martes, 3 de mayo de 2011
Pezando fuerte
Por Paul Citraro
Estrafalario. Edificante. Energético. Guiando los hilos de ese barrilete o mejor, tironeando de la tanza bajo el agua, Ariel Minimal supo darle vida pletórica a Pez. Como un sobreviviente del Ital Park, Pez, logró meterse en el candelero del rock argentino desde hace más de quince años. Pez tiene una marca de identidad sonora indeleble y escurridiza a los acervos demandantes del mercado. Impredecibles por instantes y geniales por otros. Así, como el payaso triste que perdió la levita. Pez, en crudos tiempos de discográficas y dependencias de “patrones musicales”, sigue siendo una banda de rock. Una fracción insolente de lo mejor de la historia del rock argentino, que abraza desde Manal a un campo árido sin alambrados. Para Pez, todo es válido si tiene honesta legitimidad en sus entrañas. Pez, en su propia norma musical, parece un pueblo de frontera alejado de las leyes.
Hay mucha información en esa mixtura musical que poguean almas perceptivas y alucinadas con ese mapa sonoro a todo volumen. Algunos dirán que son una desquiciada banda de power rock. Otros, que en medio de ese anclaje de riffs metaleros y ataques hardcore con aires folclóricos y psicodélicos están frente a un señuelo de Frank Zappa en el cono sur. Para mí, Pez, es Pez.
Y si rascamos un poquito la cáscara de pintura de ese viejo colectivo, me suena a que se fue conformando una cultura gestáltica. Esa vieja escuela sensitiva que dice que la mente se configura mediante la percepción de la memoria –inteligencia-. Es decir, el todo, es mucho más que la suma de las partes. Detrás de ese barullo colectivo, está Pez, espontáneamente, buscando ese instante, como el único camino para ser dignos, felices.
Como el mito romántico de los anarquistas que mira con ojos invisibles, todo lo que conforma a Pez no está regido por ningún pulso rector. Ni dentro ni fuera. Y el público en todo este tiempo de tránsito permanente, lo percibe y baja el promedio de edad y hasta se ríe del psicoanalista de Cristo. Ni Dioses ni mártires, solo una gran banda de rock que sigue existiendo por sobre todas las miserias y los bagayos de esta palestra de estrellas y estrellados.
Detrás de esta pequeña antesala triunfal que es la llegada de Pez a Venado Tuerto, un grupo de jóvenes de la ciudad, abren sueños y proyectos con la naciente productora “Hinojo Produccione”. No es casual que los romanos miraron el hinojo como la hierba de la vista, como el tónico para despejar los ojos nublados.
El Domingo 15 de Mayo - Centro Cultural Provincial Ideal (Pellegrini 980) – 18 hs.
Pez GRATIS en Venado Tuerto
Bandas Soportes: SON & Manjula – Venado Tuerto
Paralelo al Evento: Mega Muestra de Arte (Pintura – Fotografía – Dibujo – Disciplinas Alternativas)
Auspicia: Gabinete Joven (Gobierno de Santa Fe)
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