Para el resto del mundo, Brasil; es “Fuchibol”, meninas y Bossa Nova, nunca sinónimo de psicodelia. Hace 40 años, dos hermanos músicos (o con intenciones de serlo) Arnaldo y Sergio Dias Baptista y una joven llamada Rita Lee formaron Os Mutantes. Fueron silbados –no chiflados- hasta el cansancio. Y luego, Gilberto Gil y Caetano Veloso (autores de la gran mayoría de las letras) pusieron las cosas en su lugar y los reclutaron para grabar su único disco. A secas, “Os Mutantes”.
No formaban parte de la tradición tropicalista pero coincidían en un punto; estaban enfrentados a la dictadura brasileña. Como contracultura y asumiendo la paternidad del rock carioca, Os Mutantes hoy, sigue demostrando los efectos desvatadores que provocaron en la música popular brasileña y no sucumbir ante la contrariedad moral de la derecha y el desprecio de la izquierda por “corromper” la música de tradición. En medio de ese torbellino de fechas, flechas, sucesos políticos y rupturas, estaban Os Mutantes cantando. ¿Quieren oír algo raro?. A los dos minutos de iniciar el primer tema del disco, tu reproductor disminuye la velocidad y se detiene. Cuando te levantas a ver que paso, vuelve a sonar de golpe, pero con mas potencia y, seguro, te quemas con la taza de café que tenias en mano. Entonces te sentas y otra vez, se detiene la grabación. Ahora los que toman café, son ellos. El segundo corte se llama “A Minha Menina” que suena a perfecto pop Copacabana; guitarras distorsionadas, mucho aire de psicodelia (1) y.. ¡Efectos electrónicos caseros! O la chifladura sonora de “Bat Macumba” –una suerte de “Tomorows Never Knows” de Los Beatles-, le otorgan al disco un sentido extraordinario. Ser contraculturales en medio de la tradición tropicalista. Y esto de intentar unir Beatles con John Cage (2) y ser dueños de un canibalismo extremo en medio de tanta explosión atada aquí allá y en todas partes. Una cosa si, habrá otras revoluciones (seguro), con otros nombres y otras clasificaciones y otros sonidos y otros modelos estéticos. Por ahora, al revisionismo anglosajón, le queda una deuda pendiente, le falta una Almendra a su torta.
(1) Movimiento musical, anclado en el rock y basado en la expansión sonora (a través de la distorsión)
(2) John Cage: 4´ 33” Silencio, la obra del músico que revalidó el silencio absoluto como una ruptura de sonido en la vanguardia del siglo XX
Os Mutantes – Os Mutantes - 1968
No formaban parte de la tradición tropicalista pero coincidían en un punto; estaban enfrentados a la dictadura brasileña. Como contracultura y asumiendo la paternidad del rock carioca, Os Mutantes hoy, sigue demostrando los efectos desvatadores que provocaron en la música popular brasileña y no sucumbir ante la contrariedad moral de la derecha y el desprecio de la izquierda por “corromper” la música de tradición. En medio de ese torbellino de fechas, flechas, sucesos políticos y rupturas, estaban Os Mutantes cantando. ¿Quieren oír algo raro?. A los dos minutos de iniciar el primer tema del disco, tu reproductor disminuye la velocidad y se detiene. Cuando te levantas a ver que paso, vuelve a sonar de golpe, pero con mas potencia y, seguro, te quemas con la taza de café que tenias en mano. Entonces te sentas y otra vez, se detiene la grabación. Ahora los que toman café, son ellos. El segundo corte se llama “A Minha Menina” que suena a perfecto pop Copacabana; guitarras distorsionadas, mucho aire de psicodelia (1) y.. ¡Efectos electrónicos caseros! O la chifladura sonora de “Bat Macumba” –una suerte de “Tomorows Never Knows” de Los Beatles-, le otorgan al disco un sentido extraordinario. Ser contraculturales en medio de la tradición tropicalista. Y esto de intentar unir Beatles con John Cage (2) y ser dueños de un canibalismo extremo en medio de tanta explosión atada aquí allá y en todas partes. Una cosa si, habrá otras revoluciones (seguro), con otros nombres y otras clasificaciones y otros sonidos y otros modelos estéticos. Por ahora, al revisionismo anglosajón, le queda una deuda pendiente, le falta una Almendra a su torta.
(1) Movimiento musical, anclado en el rock y basado en la expansión sonora (a través de la distorsión)
(2) John Cage: 4´ 33” Silencio, la obra del músico que revalidó el silencio absoluto como una ruptura de sonido en la vanguardia del siglo XX
Os Mutantes – Os Mutantes - 1968
No hay comentarios:
Publicar un comentario